Desde la prehistoria, el ser humano siempre ha tenido la necesidad de representar todo lo que le rodea.
Los primeros hombres utilizaron el dibujo como una forma de comunicación, por medio de figuras de tamaño reducido, ubicados en abrigos rocosos y cuevas. Desde estos tiempos, se ha usado un lenguaje universal, gráfico, que permitió a los más antiguos hombres comunicar sus ideas y pensamientos entre sí.
Los primeros dibujos se remontan al Paleolítico Superior, hace 35.000 años, cuando el Homo Sapiens representaba sobre las superficies rocosas de las cuevas o sobre la piel de los abrigos, animales que cazaba. Un ejemplo de esta manifestación artística lo encontramos en las pinturas rupestres de las Cuevas de Altamira, en Cantabria, España.
Estos dibujos constituyen las formas más primitivas de escritura, que luego se convirtió en símbolos usados en la escritura actual.
Más tarde, los egipcios supieron valerse de este arte para decorar las construcciones más imponentes de la historia; las pirámides. Había pasado miles de años y el dibujo había evolucionado substancialmente. Se había pasado de la composición monotonal y estática de la prehistoria al equilibrio, minuciosidad y colorido de las representaciones teológicas en templos y santuarios. Ahora hacía falta detallar la figura de los dioses para agradecerles el esplendor del imperio egipcio.
Habría que avanzar hasta el S. VI a.C. para encontrar, en los griegos los máximos representantes del equilibrio en el dibujo. Preocupados por centrarse en la expresión cándida humana, la despojan de todo abalorio o connotación sobrenatural, consiguen centrarse y obtienen las proporciones consideradas armónicas hasta el momento. He aquí la unidad y avenencia entre la realidad y la figura.
Los romanos, 500 años después aportaron la diversidad que faltaba. Mantener otro imperio sobre un territorio tan extenso precisaba de un ejército y una disciplina ejemplar para subyugar a tantas culturas diversas sobre el mismo mando. Eso, facilitó, en cierta parte, el abandono de lo artístico y ornamental para acercarse a una doctrina más práctica y útil para esa época; hacían falta sólidas edificaciones con las que mantener la autoridad sobre los continuos ataques de los invasores. Obtuvieron en el dibujo el medio para reflejar lo que serían las próximas construcciones. Surgieron los primeros planos y con ellos nació la arquitectura. El dibujo técnico ya precisaba de mayor técnica y conocimientos matemáticos que lo que se había forjado hasta el momento.